Hemos observado la importancia y necesidad de contar con la implicación de los padres en terapia a la hora de solucionar un problema determinado, incluso cuando el problema es del hijo/-a. De ahí la importancia de la terapia familiar en el proceso de mejora y cambio comportamental de nuestros hijos.
La visión sistémica de la terapia Familiar.
Desde la terapia Familiar observamos a la familia como un sistema donde los miembros se relacionan de forma continua entre ellos. Cuando uno de los miembros (hijo/-a, padre, la madre o cualquier otro) vive un situación problemática, conflictiva o bien desarrolla un síntoma o patología, tiene una repercusión en los demás y a su vez, recibe una respuesta de ellos.
En la familia sucede algo similar a lo que sucede en una orquesta: no es solo la unión de muchos de músicos; es un todo que se organiza y que interactúa según unas reglas. Más que mirar los miembros de manera aislada, nos interesa el funcionamiento global.
Las sesiones de terapia familiar se establecen dentro de un trabajo terapéutico individual con el hijo/-a. Según el caso, las sesiones pueden ser quincenales o bien mensuales.
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