El trabajo corporal nos ayuda adquirir conciencia de nuestro cuerpo y a través de él, de nuestras emociones y sentimientos. Se trata de soltar, de desprenderse de nudos psico-corporales que nos bloquean y nos limitan en nuestro bienestar.
Se trabaja a través del movimiento, la relajación, la respiración y la música, como herramientas básicas.