Acepto que quieras ayudarme, pero no acepto que me impongas tu manera de hacer.
Acepto que tengamos opiniones diferentes, pero no acepto que me impidas expresar las mías.
Acepto que tengamos gustos diferentes, pero no acepto que desvalores los míos.
Acepto que tus experiencias sean lo que para ti prevalezca, pero no acepto que desmientas las mías.
Acepto que te ofrezcas a ello, pero no acepto que me exijas a cambio.
Acepto que puedas sentir ira, pero ante mi dolor no enfurezcas.
Todo acto de anular, cohibir, imponer, manipular la conducta de otro, se considera un acto de violencia.